viernes, febrero 22, 2008
martes, febrero 19, 2008
De la Real Academia de la Lengua Pastusa
He aquí unas pocas palabras de las cuales no se comprenden por estas tierras de la capital con su respectiva explicación, ejemplos prácticos para su mayor comprensión.
A darle entonces…
Achucarse: dícese de la acción de atorarse o atragantarse, es como si hiciéramos “achu” pero con una papa o un melloco en la garganta.
Bravo: En quito las personas nunca están bravas , pero esta es una palabra común en mi tierra, aquí lo se está es enojado por favor.
Estás bravo (incorrecto)
Estás enojado (correcto) ;)
Algo que me llamo realmente la atención es los diferentes nombres que se la a la fruta tropical conocida comúnmente como plátano
Entre sus variedades y sus diferentes nombres que se les ha dado en las tierras del páramo aunque con el frío que está haciendo en Quito ahorita es como si estuviera en casa, volviendo al tema tenemos:
Plátano seda: Es el de tamaño mediano de color amarillo, aquí creo que le dicen guineo no estoy seguro.
Orito: El mas pequeño de todos ideal para hacer emborrajados de orito, sorpresa también se le dice orito en Quito.
Plátano verde: El grande de color verde obviamente, para aplicaciones prácticas se usa para hacer los chifles. También se lo ha vista nadando en la sopa. Desconozco su nombre… Lo investigaré :P
Plátano amarillo: El mismo plátano verde en versión amarilla (hay para todos los gustos), déjenlo unos tres o cuatro días madurar al anterior y obtendrán un plátano amarillo. Su alias es maduro.
El maqueño: Un variación de plátano seda, solo que este es más gordito y de un color rosa no muy popular por cierto. Se desconoce de su existencia por acá.
Ala: Palabra grave usada para llamar a una persona que se encuentra a corta distancia, tu dices “Ala” y milagrosamente la persona que queremos llamar la atención regresa a ver, esto es otro nivel de comunicación ya que no hay que especificar su nombre o género pero se entiende, un avance en la evolución.
Ahora que estoy de vacaciones voy a poner atención a más palabras para ponerlas en el blog…
viernes, febrero 15, 2008
Una segunda oportunidad
Gracias por estar a mi lado corazoncito :) ***. - . - . **( T.Q.M. ) ***.`......´ ******.'
miércoles, febrero 13, 2008
Un texto de Paulo Coelho
“Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.
¿Terminó tu trabajo? ¿Se acabó tu relación? ¿Ya no vives más en esa casa? ¿Debes irte de viaje? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los porqués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!
Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.
Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.
Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente...
El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú... Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte lentalmente, envenenarte y amargarte.
La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.
Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.
Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.
Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!”